Siempre que he preguntado en cualquier foro la razón por la que el Presidente Thomas S. Monson no fue a la misión, alguien me responde: “porque tuvo que ir a la guerra” lo he preguntado en varios foros y la respuesta es la misma, lo que me convence cada vez mas de que, aprendemos a repetir lo que otro nos dice, pero muy poco nos ocupamos de verificar la información recibida.
Mi conclusión es que el Pte. Monson no fue a la misión, porque tenia otras prioridades en su vida.
Thomas S. Monson nació el 21 de agosto de 1927 en Salt Lake City, Utah, En 1945, a los 17 años de edad, se unió con la reserva de la armada de los Estados Unidos durante el cierre de la II Guerra Mundial, pero no participó en acciones relevantes. Sirvió en San Diego y no fue enviado al extranjero, terminó su servicio al cabo de 6 meses con el fin de la guerra y fue dado de baja de forma honorable y sin distinciones (pues no peleó en ningún lado).
Al terminar la guerra el joven Thomas S. Monson tenia 18 años cumplidos, aun no había cumplido la edad reglamentaria para irse a la misión, por lo que tenia tiempo para enviar sus documentos si así lo hubiera deseado, pero no lo hizo. La excusa de que "tuvo que ir a la guerra" es una falta de respeto a la inteligencia de quien la escuche o la dice, pues el en ningún momento fue al campo de batalla, ¡vamos, que ni siquiera salio de su pais!
En 1947 se fué a la Universidad de Utah, en donde conoció a su esposa Frances Beverly Johnson con quien se casaría en 1948 a la edad de 21 años, el Elder Monson siempre trabajó en dependencias de la Iglesia, impartió como catedrático de Universidad, luego paso a dirigir Deseret News una de las mayores impresoras del Oeste, cargo que le legó su mentor Mark E. Petersen y donde trabajó muy de cerca con Gordon B. Hinckley.
El Joven Monson quería llegar lejos y se ocupo de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, se acerco y colaboró con la gente que le ayudaría a lograr sus metas y lo logró, siempre ocupó puestos privilegiados y desde temprano en su carrera saboreó las mieles del poder.
De modo que me parece poco inteligente que alguien considere que quien no va a la misión es menos digno que quienes si fueron, (como se ve en nuestros barrios) pues tenemos como muestra a un Profeta, quien consideró que ir dos años a la misión, no le eran necesarios en su camino para alcanzar la exaltación y mira si "Dios" estuvo de acuerdo, que le ayudo a llegar adonde esta.
Por eso me choca y me apena la presión que las autoridades de los barrios le ponen a los chicos cuando están en edad de ir a la misión, poco les importa si el chico esta mental y espiritualmente dispuesto y preparado para ir, solo les importa reportar una cantidad de misioneros activos en el campo misional, pues esto se traduce en mayores recursos ($$$) para el presupuesto del Barrio y aunque es cierto que “oficialmente” no tenemos un clero pagado, los incentivos que pasan por debajo de la mesa muy pocos lo saben.
Pero como en todo lo referente a nuestra cultura mormona, el estereotipo manda y hay que alimentar esa imagen de perfección, siempre hay quien se beneficie y las familias son las primeras en contribuir su cuota de misioneros, pues hay quienes piensan que con eso ganan mas bendiciones, la venta de indulgencias sigue su agitado curso, tal y como en la edad media.